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Pesquera se localiza en la hoz del río Besaya, junto a la carretera Nacional 611, a 12 km de Reinosa y a 62 de Santander. Ocupa una pequeña vaguada en el punto en que el arroyo Rumardero se une al colector principal, que origina sobre los materiales areniscosos del triásico una imponente hoz entre Santiurde de Reinosa, al Sur y Bárcena de Pié de Concha, al Norte. Su terreno ocupa un pequeño valle en el que el Besaya se toma un respiro entre los dos tramos de la espectacular hoz que atraviesa entre Santiurde de Reinosa y Bárcena de Pié de Concha. Limita al N. con Bárcena de Pié de Concha, al S. y al O. con Santiurde de Reinosa, y al E. con San Miguel de Aguayo.

Pesquera, desde cualquiera de las alturas circundantes, aparece como un valle de laderas muy tendidas, marcado en lo más profundo por tres líneas onduladas: la carretera, el río Besaya y el ferrocarril.

Descanso del puerto de Las Hoces, con verdes praderías, formando un pequeño valle.

Situación de Pesquera

El municipio de Pesquera, es uno de los más pequeños de Cantabria. El paisaje es montañoso, siendo el elemento natural destacado los prados de siega, intercalados con pastizales, matorral y, en algunas ocasiones, manchas de bosque autóctono de roble y hayas.

Atraviesa el municipio el río Besaya, que recibe en el término de Pesquera las aguas de un afluente, el arroyo de Rumadero, que nace en terrenos de la próxima villa de Rioseco. A la salida de la población, hacia el norte, se junta al citado río Besaya el río Irbienza, justo antes de la ferrería de “El Gorgollón”.

El monte de utilidad pública, número 227, denominado “Hoz, Llaníos y Vallejas”, de una cabida total de 480 Has., pertenece al pueblo de Pesquera. Próximo a Pesquera se encuentra el lote de caza mayor de la Reserva Nacional de Saja-Nansa denominado Montabliz.

Su localización natural estratégica y su carácter de paso han marcado los municipios de esta zona, que hasta la formación de los ayuntamientos constitucionales en 1935 componía la Hermandad de Cinco Villas dentro de la Hermandad Mayor de Campoo.

El municipio de Pesquera es uno de los once integrantes de la comarca de Campoo, y tiene una evolución demográfica marcadamente regresiva. En Pesquera la emigración ha hecho mella.

El municipio uno de los menos poblados de Cantabria, resulta un buen caldo de cultivo para poner en marcha iniciativas de diversificación económica. Cuando el modelo agrario tradicional comienza a dar señas de agotamiento o se muestra escasamente funcional dada la situación demográfica, son necesarias iniciativas que revitalicen la actividad local.

El Ayuntamiento de Pesquera ha dado muestras de saber leer esa situación y ha fomentado actuaciones ligadas al turismo rural, la artesanía y la elaboración de productos agroalimentarios.

EL MEDIO

Pesquera es un pequeño municipio al que cruza a manera de eje el río Besaya. El relieve adquiere mucha energía en las hoces perforadas por el Besaya, en el barranco del río Irbienza y en menor medida por el Budeje y el Rumardero. Las alturas máximas se corresponden con el Alto de las Cabañas (1.073 m), Bustio (856 m) y los Picales (866 m), mientras que las mínimas se sitúan por debajo de los 500 m en el fondo de las hoces del Besaya. La altura media del casco de Pesquera y el Ventorrillo ronda los 600 m de altitud, por lo que estamos hablando de la zona más baja de Campoo. Entra dentro del área de influencia del clima relativamente suave y húmedo característico de las zonas montañosas de la fachada cantábrica.

PAISAJE HUMANIZADO.- FAUNA Y FLORA

Junto a los prados de siega y los pastizales se intercalan manchas de bosque autóctono de robles y hayas, como el que crece en las hoces del Besaya, en el barranco del río Irbienza, el primer tramo de la calzada romana y en el monte El Acebal, al sur de Ventorrillo.

El clima suave y húmedo típico de la montaña cantábrica es muy propicio para especies frondosas como las citadas, aunque también para otras como los acebos, avellanos, etc.

Pesquera comparte hayedo con el municipio de San Miguel de Aguayo, en el que junto a las hayas crecen avellanos, anémonas nemorosas, berro de hojas de rábano, hierbas clandestinas (parásitas), verónicas montanas...

Entre los brezales y tojales de las zonas donde el bosque ha sido desplazado pueden encontrarse perales silvestres, con sus llamativas flores blancas primaverales de estambres rojos, y plantas como la lecherina. Asimismo, en las tapias viejas crece una saxifraga, a la que se le atribuyen propiedades medicinales en relación a los cálculos biliares y renales.

En fincas particulares, entorno a la bolera de Ventorrillo se localizan sobre todo fresnos, junto a la iglesia existe un ejemplar centenario cuyo tronco tiene 2,40 m. de circunferencia.

Además existe en finca particular de los herederos de doña Rita García un soberbio y singular chopo, que tiene un tronco que mide 4,50 m. de perímetro, en tramites de catalogación.

En cuanto a fauna se refiere, los montes de Pesquera son hábitat de numerosas especies. Así, entre los mamíferos de tamaño medio y pequeño que conviven en ellos figuran lobos, jabalís, zorros, erizos, liebres...También algunas aves de presa, como el buitre o el gavilán, sobrevuelan estos parajes. Además, es frecuente la presencia de los arrendajos en los bosques. En el caso de los reptiles es destacable el caso de la víbora europea.

POBLACIÓN

Ha sufrido una trayectoria regresiva hasta quedar reducida a una cuarta parte de los residentes a comienzos del S. XX.

La población actual apenas supera el centenar de habitantes. Pesquera tiene una población de 80 habitantes que se concentran en el casco de Pesquera y Ventorrillo. Administrativamente solamente Pesquera tiene entidad de pueblo, pese a estar bien diferenciados en el espacio y en su realidad urbanística el barrio de Ventorrillo y la aldea de Somaconcha (despoblada).

Este detrimento ha estado determinado por la caída de la natalidad como consecuencia del éxodo de los más jóvenes y el aumento de las tasas de mortalidad que conlleva al tratarse de una población envejecida.

Unas razones unidas a otras han hecho de este término un lugar cada vez más deshabitado, con una tasa de vejez del 560%.

La edad media se sitúa por encima de los 50 años, y los jóvenes representan tan sólo el 5,9 % de los habitantes.

La dependencia del sector agrícola y ganadera puede haber sido otra de las razones que han contribuido a este despoblamiento, pues en general las nuevas generaciones prefieren buscar otros medios de vida más acordes con la modernización que impone el paso del tiempo y el desarrollo industrial y empresarial, aunque ello suponga dejar atrás sus raíces.

NÚCLEOS DE POBLACIÓN

Aérea

En la actualidad el municipio de Pesquera está formado por la villa de su nombre, situada a 621 m. de altitud, y el barrio de Ventorrillo, que se encuentra a 0,5 Kms. de la villa y está situado a 580 m. de altitud y la aldea despoblada de Somaconcha a una altitud de 711 m.

Con tres núcleos repartidos escalonadamente: Ventorrillo, al pie de la actual ruta a Castilla, partido por la primitiva que cruzaba por el centro mismo de su caserío. Pesquera, que se asienta más al Oeste, a la orilla izquierda del río y de la vía férrea y Somaconcha.

Ventorrillo, junto al viejo camino a Reinosa, es el núcleo cuyo nombre justifica su naturaleza primitiva: caminantes, carreteros, trajineros y gentes de todo tipo, que hallaban aquí sitio para reponer sus fuerzas.

LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS

Han sido tradicionalmente la ganadería de tipo vacuno y la agricultura. No obstante, también es frecuente el trabajo en empresas cercanas y las ocupaciones relacionadas con el sector servicios. La riqueza de su patrimonio artístico hacen que el turismo esté dando un nuevo impulso a este municipio campurriano. En este sentido uno de los atractivos estivales es la Feria del Queso, la más destacada de Cantabria.

El poblador de Pesquera adapta el Medio a su forma de vida transformando parte del bosque en prados de pastos en cotas altas y de siega en las más bajas y próximas. El ganado fue, pues, recurso fundamental en la economía local, sin olvidar antiguas queserías pesqueranas derivadas de esta actividad.

La ganadería ha tenido un peso importante en la economía de la zona, como pone de manifiesto los pastizales de las zonas altas del valle y en los prados de siega que rodean las zonas bajas y más llanas.

El ganado vacuno, principalmente, y la explotación láctea, unida a la agricultura para el pasto de sus cabañas y los cultivos de tipo forrajero, ha constituido los recursos fundamentales en la economía local. Derivadas de esta actividad destacaron varias queserías. De hecho, el queso se ha convertido en uno de los elementos gastronómicos característicos del municipio, hasta tal punto que es motivo de una feria anual en la que se dan cita numerosos artesanos.

Hoy en día el 8% de la población activa residente en Pesquera se dedica exclusivamente a él. Menor es aún el porcentaje dedicado a la construcción: 4%. En lo que respecta a la industria, las fábricas o empresas de municipios próximos, como Reinosa, emplean a un 28%. No obstante es el sector terciario el que está cobrando un papel fundamental en la vida económica del municipio, dándole un nuevo impulso.

Actualmente, desde el Ayuntamiento se trata de buscar ocupaciones alternativas compatibles con la ganadería (turismo rural, obradores agroalimentarios) que posibiliten una vida estable en el municipio.

En los últimos años la apuesta por nuevas formas de generar riqueza ha sido una constante en Pesquera. En este sentido las iniciativas recientes ha sido la rehabilitación del edificio de la antigua parada militar de caballos de Ventorrillo para ubicar un Centro de Dinamización de la Vida Rural en el que se recupera la gastronomía y agroalimentación tradicional (repostería, chocolatería...), así como el acondicionamiento de diversas dependencias como biblioteca pública y oficina de información turística y cultural de la zona.

Otra de las grandes apuestas del Ayuntamiento es el turismo rural. Así, procedió a la rehabilitación de la antigua escuela, cerrada por falta de niños, para convertirla en albergue juvenil, hoy en día sin uso.

Mediante la promoción de la riqueza patrimonial y de la belleza natural que alberga este enclave se pretende que la actividad turística contribuya a su revitalización y genere beneficios y empleo.

En este nuevo impulso que se pretende adquiere un papel fundamental la Autovía de la Meseta, que comunica este municipio con Molledo.